Frente a los acontecimientos que los peruanos vivimos actualmente, relacionados a la nefasta actuación del Sr. Alarcón como Vicecontralor primero y Contralor General de la República después, nos estamos olvidando de la figura del Ing. Carlos Lezameta Escribens, Vicecontralor General de la República al inicio de la gestión del Sr. Khoury, quien tuvo la valentía de ser el primero en poner sobre aviso la catadura moral, profesional y ética de ambos personajes y que la honró con su renuncia al cargo a tan solo 4 meses de su juramentación.
Veamos los periódicos de la época y no permitamos que nuestra frágil memoria permita dejar de resaltar y enaltecer la imagen de un ciudadano de altísimas calificaciones profesionales y con una visión moderna del modelo de gestión que debería implementarse en la Contraloría General de la República, de tal manera, de alinearla estratégicamente a los altos intereses de la gestión pública del Estado. Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar con él en esas y otras etapas del vaivén profesional, no nos cabe la menor duda que sería un gran acierto de las autoridades competentes, que pudiera aprovecharse su gran capacidad técnica, liderazgo y honestidad a carta cabal, para incorporarlo a la dirección de la Contraloría General de la República, el apoyo a esta decisión tendría un solo ganador: El Perú.