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LA REINGENIERÍA Y EL CAMBIO

Hemos entrado al nuevo siglo con empresas e instituciones que funcionaron en el siglo XX con diseños administrativos del siglo XIX. Ante un nuevo escenario, surgen modalidades de administración, entre ellas está la Reingeniería, fundamentada en la premisa de que no son los productos, sino los procesos que los crean los que llevan a las empresas e instituciones al éxito.

Reingeniería significa volver a empezar, reingeniería no es hacer más con menos, es con menos dar mas al cliente. El objetivo es hacer lo que ya se está haciendo, pero hacerlo mejor, trabajar mas inteligentemente. Es rediseñar los procesos de manera que estos no estén fragmentados, para que la institución se aleje de la burocracia y la ineficiencia.

La reingeniería es la revisión fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras sustanciales en relación al actual rendimiento de la institución en el ámbito de los costos, la calidad, el servicio y la rapidez.

La reingeniería se concentra en los procesos estratégicos de la empresa o institución, es decir, en aquellos que tienen relación con las actividades mas importantes de la misma y que están fuertemente ligados a su estrategia genérica de negocios. Los procesos no están completamente aislados en una organización, existen estructuras, políticas y prácticas que los sustentan. Al rediseñar los procesos hay que variar muchos de estos marcos de sustentación.

De la misma forma se habla mucho de cambio en los últimos años, sin embargo el cambio siempre ha existido. El cambio es importante porque las organizaciones deben estar acordes con los requerimientos del entorno para no volverse obsoletas e ineficientes.

El cambio debe ser planificado, es decir, debe ser una transformación sistemática de las variables que intervienen en el mismo, de tal manera que este contribuya en forma efectiva a elaborar o estructurar una estrategia que cumpla y contribuya efectivamente con la Misión y Visión de Futuro de la organización.

La reingeniería es un proceso total de readecuación de la organización a las nuevas y exigentes condiciones de un entorno cada vez mas difícil de controlar, es decir, es la forma idónea de operacionalizar el cambio.